FACULTAD DE CIENCIAS SOCIALES ESCUELA PROFESIONAL DE ARQUEOLOGÍA E HISTORIA INVESTIGACIONES ARQUEOLÓGICAS Y PALEONTOLÓGICAS EN EL VALLE DEL RÍO PICHARI, DISTRITO DE PICHARI, LA CONVENCIÓN, CUSCO Presentado por Bach. Sergio Santiago Rafailo ASESOR Dr. José Alberto Ochatoma Paravicino 2022 UNIVERSIDAD NACIONAL DE SAN CRISTÓBAL DE HUAMANGA Tesis para optar el título de Licenciado en Arqueología Ayacucho - Perú 2 DEDICATORIA A mis padres: Felipe y Guillermina, quienes permanecen en mi corazón. A Segundina, Teodora y Honora, mis hermanas, agradezco su valiosa colaboración. A Luz Paucar Pizarro y Alfredo Santiago Huillcapuri, por su constante aporte hasta la culminación de mis estudios. 3 PRESENTACIÓN El estudio arqueológico y paleontológico describe márgenes del río Apurímac y sus afluentes en el distrito de Pichari, provincia de La Convención, región Cusco, el acceso del estudio, parte del camino pavimentado Kimbiri - Pichari, partiendo del centro poblado de Omaya, moviéndose hacia el noreste por la margen izquierda del río Omaya; existen evidencia arqueológica de asentamientos tropicales del periodo Formativo Temprano, Medio y Tardío en ambas márgenes de los ríos Pichari y Omaya. El sitio de Omaya (OM-12) es un lugar que ha sido habitado constantemente en varios momentos y muestra montículos piramidales con diversas técnicas cerámicas decorativas, mientras que el sitio de Churitiari (CH-13) es rico en restos líticos y cerámicos, tipo de decoración: líneas finas, brochado y corrugado. La Granja Sivia (GS-1) es un área de ocupación continua en varios momentos en la margen izquierda de los ríos Apurímac y Piene, la cerámica es más antigua, con elementos decorativos, con dedos, uñas, peinado, incisiones líneas finas, brochado, modelado antropomorfo, zoomorfo, apliques y coetáneo con sitios Omaya (OM-12) y Marontuari (MA-10). En el valle de Pichari hay presencia de sitios arqueológicos desde la desembocadura del río Pichari hasta la confluencia de los bosques andinos y a ambos lados del río Pichari se ubican poblados de alta cumbres, llanuras, pendientes moderadas, ricos materiales culturales y bien conservado. Características decorativas, líneas incisas anchas, finas y brochado. Este conjunto litoestratigráfico pertenece al Grupo San José y Formación Sandia. Los trilobites, braquiópodos, graptolitos y otros restos fósiles del Paleozoico, Ordovícico Inferior y Medio son muy ricos y están bien conservados. El carácter multidisciplinario de este trabajo es útil y aplicable a la Facultad de Ciencias Sociales, por lo que hago entrega al comité de evaluación profesional de arqueología y otras disciplinas de esta Casa de Estudios. 4 AGRADECIMIENTO A mi asesor Dr. José Ochatoma Paravicino, docente en la Facultad de Ciencias Sociales, Universidad Nacional de San Cristóbal de Huamanga, por sus comentarios y orientación en el desarrollo de esta tesis. Mi gratitud al Mg. Ismael Pérez Calderón, profesor de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad Nacional de San Cristóbal de Huamanga, por darme su tiempo, esfuerzos, conocimientos y perseverancia en este trabajo. Un agradecimiento especial a los profesores Cirilo Vivanco Pomacanchari y Arquímedes Villavicencio Hinostroza (Universidad Nacional de San Cristóbal de Huamanga), por sus comentarios e indicaciones. Al Lic. Carlos Mallqui Soto, Marcial Quispe, Cerapio Pérez y otras autoridades del centro poblado de Omaya, por haberme proporcionado información precisa. Al profesor Julio Ernesto Valdez Cárdenas, docente en la Facultad de Ciencias Sociales, Universidad Nacional de San Cristóbal de Huamanga y Dr. Lidio M. Valdez, Department of Anthropology and Archaeology, University of Calgary, Canada, por contribuido a conseguir material de investigación del área de estudio. Para mis amigos, Luis Johnston Ayala Camasca y Jhon Ever Altamirano Huamani, por su colaboración en el diagnóstico del material arqueológico. Expreso mi gratitud al Lic. Guillermo Morales Sosa (Universidad Nacional de San Cristóbal de Huamanga) por su paciencia y dedicación en la revisión de esta tesis. Al Dirección Desconcentrada de Cultura de Cusco por su aporte a la declaratoria e identificación de sitios paleontológicos y arqueológicos en el distrito de Pichari. 5 ÍNDICE DEDICATORIA PRESENTACIÓN AGRADECIMIENTO INTRODUCCIÓN CAPÍTULO I ASPECTOS GENERALES 1.1. Ubicación del área de estudio………………………………………...…………………….12 1.2. Medio ambiente………………………………………………………………………….…15 1.3. Geología…………………………………………………………………………………….20 1.4. Geomorfología……………………………………………………………………………...26 1.5. Hidrología…………………………………………………………………………………..27 1.6. Ecología…………………………………………………………………………………….29 1.7. Antecedentes………………………………………………………………………………..31 CAPÍTULO II EL PROBLEMA Y MARCO TEÓRICO 2.1. El problema……………………………………………………………….………………...37 2.1.1. Objetivos……………………………………………………………….…………...…….38 2.1.2. Hipótesis…………………………………………………………….……………...…….39 2.2. Marco teórico……………………………………………………….………………...…….39 2.2.1. Marco histórico…………………………………………………….……………...……...39 2.2.2. Marco sistemático………………………………………………….……………………..40 2.2.3. Marco referencial…………………………………………………….…………...………41 2.2.4. Marco conceptual y terminológico……………………………………………………….42 6 CAPÍTULO III TRABAJO DE CAMPO 3.1. Metodología y técnicas…………………………………..…………………….……………52 3.2. Descripción de sitios……………………………………………………….……………….54 3.2.1. La margen izquierda del río Apurímac…………………...……………….………………56 3.2.2. La margen derecha del río Apurímac………………………..…………….………………60 3.2.3. La margen izquierda y derecha del río Pichari……………………………………………63 3.2.4. La margen derecha del río Omaya…………………………...………….……………….100 CAPÍTULO IV ANÁLISIS DE MATERIALES RECUPERADOS 4.1. Material cerámico......…………………………………………………….…………….…121 4.1.2. Metodología y técnicas…………………………………………….………………….…121 4.2. Material lítico……………………………………………………….……………………..177 4.2.1. Metodología y técnicas…………………………………………..………………………177 4.3. Misceláneos …………….............................................…………….……………………...195 4.4. Material paleontológico……………………………………………….…………………..199 4.4.1. Metodología y técnicas……………………………………….…………………………199 CAPÍTULO V GENERALIZACIÓN DE DATOS 5.1. Discusión: Aproximaciones a la reconstrucción paleontológica y cultural………….……..221 5.2. Conclusiones………………………………………………………………………….…...239 5.3. Recomendaciones……………………………………………………….………………...241 Referencias bibliográficas……………………………………………………………………..242 Anexo………………………………………………………………………………………….273 7 INTRODUCCIÓN El valle de Apurímac está ubicado en la selva alta con una densa vegetación en ambos lados y un clima variado (Mura, 1975). El área de estudio tiene un patrimonio mixto (Caraballo, 2011) y actualmente los yacimientos paleontológicos y sitios arqueológicos son de escaso valor y poco interés para las autoridades como también los representantes comunitarios de la zona de Pichari, constantemente dañada por las actividades humanas, de tal manera se llevó a cabo una investigación para restaurar, proteger y valorar sitios arqueológicos y depósitos fósiles mediante un enfoque inductivo, que incluyó una descripción específica de los yacimientos paleontológicos y sitios arqueológicos del valle de Pichari, fósiles marinos encontrados (trilobites, braquiópodos, graptolites) y vestigios culturales (vasijas, piezas líticas, montículos, edificaciones) muestran resultados generales con hallazgos naturales y culturales. Durante el trabajo de investigación, una de las dificultades se observó que la densa vegetación de los ríos Apurímac y sus afluentes. Durante la temporada de lluvia, los pisos tropicales de la selva alta ofrecen un clima variable (Santiago, 2018). El clima de los bosques caducifolios es cálido y húmedo, con más lluvias en verano y menos lluvia en invierno, con cierto grado de humedad. La degradación del suelo amenaza los materiales arqueológicos y paleontológicos, provocando lutita, pelita, arenisca fosilífera y decoloración, erosión y agrietamiento de la cerámica (SENAMHI, 2016). Según el Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología del Perú, el bosque perennifolio tiene un clima templado y lluvioso, hay pocas precipitaciones en verano e invierno, la humedad, llena las formaciones orgánicas y la niebla cubre todo el espacio del bosque tropical. La lluvia en verano e invierno es escasa. La humedad asignada como húmeda está llena de estratos orgánicos y neblina cubre todo el espacio del bosque tropical. Las comunidades nativas tienen prohibido ingresar a la Reserva Comunal Asháninka. La recolección de materiales culturales reveló varios problemas, por ejemplo, la comunidad nativa prohibió completamente cualquier actividad científica, y no se pueden tomar fotografías ni observar el material cultural sin el permiso del jefe, incluso si lo ves o ingresas. También se advierte a los colonos sobre la entrada de foráneos no autorizados a sus propiedades. Con el fin de recolectar y examinar el ámbito del estudio, se requirió 8 la notificación de la existencia de recursos arqueológicos y paleontológicos, y por tal razón se convocó a una reunión general. Me han inspirado a apreciar y difundir el área de estudio en vista del tamaño e importancia de los sitios arqueológicos y depósitos fósiles en los valles de Pichari, Omaya y otros. A medida que muchas de las áreas ocupadas prehispánicas están en estado de abandono y se realizan contantemente la construcción de reservorios, trochas carrozables, habilitación urbana, proyecto de piña, remoción de tierra, incendios forestales, etc. Asimismo, continúo la explotación de canteras y la construcción de vías de transporte en yacimientos paleontológicos, y ningún sitio o yacimiento ha sido reconocido por las autoridades del gobierno. Estas actividades en los valles de Pichari no tienen el nombre de proyecto; el Sistema de Programa de Monitoreo Arqueológico (PMAR) y Proyectos de Evaluación Arqueológica (PEA) no se implementan en la ejecución del proyecto y otras actividades agrícolas (ver anexo 1). Los yacimientos paleontológicos deben ser protegidos, cuidados, valorados, divulgados y declarados patrimonio paleontológico nacional; en los municipios distritales y centros poblados de la provincia de La Convención – Huanta, es necesario promover el turismo arqueológico y paleontológico (Ordóñez, 2022). El yacimiento fosilífero en el área de estudio es muy amplio, en dirección noreste – suroeste, la diversidad de fauna de trilobites, braquiópodos y graptolitos y el tiempo y espacio para la diversificación de especies marinas (Blandón, 2002: 153). La fauna de Thysanopyge Argentina Kayser se registra en la localidad de Libertad (AL- 14), Monkirenshi (MK-8) en aflojamiento pizarra gris a beige, margen izquierda del río Pichari y Omaya que es lutita negra y blanca graptolítica. Un nuevo taxón Dictyonema sp. Según el análisis morfológico y la comparación de especies, la lutita negra rica en pirita corresponde al Ordovícico Inferior (Gutiérrez y Esteban, 2005; Waisfeld y Vaccari, 2006). La fauna de Ectillaenus giganteus Burmeister se encuentra en afloramientos de pelitas anaranjadas, rojo a amarillas y blanca a beige, y Didymograptus murchisoni Beck (Ordovícico Medio) en lutitas negras incrustada de perita (Rábano y Gutiérrez, 1983; Romero et al., 1995; Gutiérrez y Bernández, 2003: 286). Durante la prospección arqueológica en las orillas del río Apurímac y sus afluentes, se encontraron sitios arqueológicos. Los patrones de asentamiento en el área de estudio se observaron a lo largo de las márgenes de los ríos Apurímac, Pichari, Omaya y Piene, 9 zonas planas, colinas, mostrando abundancia de palmeras del género Attalea, estas son colecciones de reliquias – almacenamiento – doméstico o personal para consumo, bajo techo o al aire libre (Schiffer, 1990:88 y 89), las palmeras son abundante en los ríos Omaya, Pichari, Piene y otros terrenos libres de palmeras, se ubican alejados del río Apurímac. Abundantes capas orgánicas (tallos, hojas, raíces frescas y ramas de descomposición) se encuentran en áreas densamente vegetales, es difícil encontrar fragmentos de cerámica u otros materiales arqueológicos en suelos agrícolas porque las capas orgánicas se forman en suelos húmedos. Se encontraron materiales arqueológicos en transectos fluviales, áreas agrícolas frescas y otras actividades en instituciones públicas y privadas. En el sitio Granja Sivia (GS-1) se encontró la cerámica más antigua con diversos elementos decorativos, en primer lugar, se escribe como decorada con dedo pulgar y uñas, de superficie rugosa e interior pulido, brochado de negro. Esta técnica de decoración de dedos se menciona en las culturas de puerto Hormiga y Valdivia (Reichel, 1961; Meggers, 1987), así como la decoración de peinado con estampados horizontales, arrastre gradina. Vasijas con decoración en forma de peine, inciso ancho, etc. Se han documentado en los sitios Granja Sivia (GS-1) y Marontuari (MA-10) similares a lo que se ha descrito para la cerámica valdiviana. Granja Sivia (GS-1), Omaya (OM-12) y Marontuari (MA-10) está ubicados geográficamente en lados opuestos del río Apurímac, y las técnicas de decoración de la cerámica son muy similares a las de los pueblos de la margen derecha e izquierda del río Apurímac. Representan decoraciones con líneas finas y brochada con tinta negra (Matos, 1991: 182; Onuki, 1993:85 y 86), incluyendo decoraciones líneas incisas horizontales, verticales, rectangulares, mixtas, triangulares, paralelas, etc., engobe marrón obscuro, anaranjado a beige, rojo. En este asentamiento, se observa la diferencia decorativa de elementos simple a complejo (figura línea horizontal, complementadas con brochado en el engobe externa e interna; líneas incisas horizontales, verticales, triangulares, rectangulares, paralelas en un panel decorada). Finalmente, Granja Sivia (GS-1), Omaya (OM-12) y otros sitios del valle de Omaya muestran la idoneidad de las innovaciones en las funciones decorativas de la cerámica y, por supuesto, en estos pueblos y aldeas se hallan nuevas herramientas. 10 A medida que el pueblo y la agricultura crecía en el valle Apurímac y sus afluentes, los alfareros adquirieron nuevos conocimientos sobre la fabricación de vasijas decoradas o sin decorar. La decoración incisa de línea curvilínea, mixta, horizontal, vertical, doble impresión y punteado circular (Lumbreras, 1974:76; Burger, 1998:99; Ochatoma, 1998:296). En sitio Granja Sivia (GS-1), Omaya (OM-12) el brochado continua en forma de grafitos en el acabado exterior e interior de la vasija, decoración de apliques adornadas con decoraciones incisas (Mendoza, 2018:216), adornos biomorfos, modelado antropomorfo y corrugada. La investigación arqueológica y paleontológica en el valle de Pichari, distrito de Pichari, La Convención, Cusco, brinda una investigación interdisciplinaria en sitios arqueológicos, lo que sugiere que futuras generaciones realicen investigaciones que nos ayuden a tener una mejor visión del pasado. Asimismo, se solicitará al Laboratorio de Arqueología de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad Nacional de San Cristóbal de Huamanga la conservación, protección, exhibición, como también estudiar los valores muebles naturales y culturales. El presente trabajo de investigación se encuentra dividido en cinco capítulos, cuyo contenido es el siguiente: Capítulo I, Se refiere a la ubicación geográfica, los límites de la zona vecina (Ayacucho- Cusco), vías de acceso, medio ambiente: descripción del clima, suelo, flora, fauna, antecedentes geológicos, del área de estudio señalan el Grupo San José (Ordovícico), Formación Sandia (Ordovícico), Formación Ananea (Silúrico), Complejo Metamórfico (Neo-Proterozoico), fósiles marinos, valles modelados principalmente por ríos y cuerpos de agua provienen de los bosques andinos. La historia del Valle de Apurímac se remonta a la época misional y colonial, tanto la etnografía como la arqueología de las selvas del valle de Apurímac son más recientes. Capítulo II, Incluye las preguntas de investigación, objetivos e hipótesis, luego el marco teórico, marco histórico definen el modo de vida de los asentamientos amazónicos, tipos de agricultura, pesca y creencias en diferentes dioses, se utiliza un marco sistemático para explicar las diversas corrientes arqueológicas, paleontológicas, antropológicas y geológicas, refiriéndose inmediatamente al marco de referencia, utilizando trabajos de otros campos. 11 Los sitios arqueológicos se encuentran en sentamientos a orillas del río Apurímac y sus afluentes. La evidencia arqueológica incluye restos de conjuntos líticos, cerámica decorada con dedos, uñas, peine e incisa y otros hallazgos arqueológicos. La prospección arqueológica aclaró la ubicación y distribución de asentamientos ribereños, identificó yacimientos paleontológicos en el Grupo San José. Capítulo III, Las márgenes del río Apurímac y sus afluentes fueron estudiadas mediante métodos de investigación arqueológica y paleontológica. Se hace una descripción detallada de sitios arqueológicos: margen izquierda y derecha del río Apurímac: Granja Sivia (GS-1), Naval (NL-2), margen derecha e izquierda del río Pichari: Campo Ferial (CP-3), Urbano (NU-4), Pichari (PI-5), Nueva Esperanza (EP-6), Paraíso (PS-7), Sankiroshi (SK-9), Marontuari (MA-10), margen derecha del río Omaya: Apurímac (APU-11), Omaya (OM-12), Churitiari (CH-13), Libertad (AL-14). En la superficie agrícola se encontró montículos y una gran cantidad de tiestos de cerámica incisa, corrugada, etc. Yacimiento paleontológico con restos fósiles de trilobites, braquiópodos, graptolitos del Grupo San José. Capítulo IV, Comprende el análisis de materiales culturales: La metodología y técnicas, el material cerámico, características diagnósticas, observación de la superficie y morfológico, resultados del análisis de materiales cerámicos que muestran diversas técnicas decorativas: impresas (decoración con dedo dactilar), a peine, incisa, modeladas, corrugadas y brochada superficie exterior e interior. Material lítico, industria de piedra tallada, picada y pulida, cantos rodados sin huella de fabricación y diversidad de objetos piedras cortadas, pulidas y pintadas. Este capítulo analiza las recomendaciones metodológicas y técnicas para clasificar especímenes fósiles, describir la morfología de los restos fósiles de invertebrados marinos y los clasifica según su taxonomía. Capítulo V, Se discuten los patrones de asentamiento, la cerámica, los tipos de incisos, la cronología y la paleontología del río Apurímac y sus afluentes, y se discuten los hallazgos del trabajo de campo y el análisis del material arqueológico y paleontológico. Incluye conclusiones, recomendaciones y una bibliografía basada en datos arqueológicos, paleontológicos y anexos. 12 CAPÍTULO I ASPECTOS GENERALES 1.1. Ubicación del área de estudio El valle de Pichari está ubicado en el distrito de Pichari, provincia de La Convención, región Cusco, entre las coordenadas UTM: 18L 629483 E. 8611201 N., a una altitud de 570 m.s.n.m., y consta de seis centros densamente poblados: Omaya, Catarata, Pichari capital, Ccatun Rumi, Puerto Mayo, Quisto Central, los colonos se localizan a las orillas del río Apurímac y la comunidad aborigen ubicada en la parte baja de Reserva Comunal Asháninka: Marontuari, Monkirenshi, Sankiroshi, Kitemontinkiari, Otari, Gran Shinungari, Comitarincani, Bajo Kenkaviri, Yevanashi, Unión Santa Fe. La superficie total del área de estudio es de 74.557.880 m2 con un perímetro de 42.478 m. Desde el aeropuerto de Pichari se dirige por el curso del río Apurímac hacia la dirección del anexo Granja Sivia, continúa por la desembocadura del río Piene, distrito de Sivia, provincia de Huanta, región Ayacucho; hasta el desagüe del río Omaya, procede de cota 565 m.s.n.m., en dirección al noreste para llegar al anexo Tantancato, Unión Tarancato Alto y cerro Tuku Qasa, punto de coordenada 1599 m.s.n.m., desciende en dirección noreste por la parte alta de la comunidad nativa Shirinshisi, Sankiroshi hasta Marontuari, el punto de coordenada 1562 m.s.n.m., por último, orienta en dirección al noroeste por la margen derecha del río Pichari, comunidad nativa Kitemontinkiari, Kinkori, Monkirenshi hasta llegar a la orilla del río Cusco Mayu (Fig. 1). El distrito de Pichari tiene las siguientes fronteras adyacentes y zona de controversia, de acuerdo con el Decreto Ley No N° 26521: Por el Norte: Limita con el distrito de Unión Asháninka, en la provincia de La Convención, región Cusco, partiendo de la desembocadura del río Quisto, extendiéndose al noreste por el cauce del río Quisto hasta su nacimiento, punto de coordenadas UTM 512 m.s.n.m. Oeste y 2418 m.s.n.m. Este, y desde ahí desciende por laderas boscosas hasta desembocar en la cabecera del río Quimperi. Se extiende al noreste desde una altura de 1496 m.s.n.m. hasta llegar al cañón de la montaña Chucho Qasa a 1582 m.s.n.m. de altitud norte. 13 Noreste: Se conecta con el distrito de Río Tambo, Provincia de Satipo, distrito de Junín y Echarati, provincia de La Convención, región Cusco. La línea describe su extensión territorial. Sureste: Limita con los distritos de Echarati, Kumpirushiato y Kimbiri en la provincia de La Convención, detalles de una línea adyacente a muchas lagunas sin nombre y el pico más alto cerca al nacimiento del río Pichari, coordenada UTM 4101 m.s.n.m. hacia una altitud de 3506 m.s.n.m. Suroeste:Llimita con el distrito de Ayna, en la provincia de Huanta, región Ayacucho. Noroeste: Limita con los distritos de Sivia y Llochegua en la provincia de Huanta, región de Ayacucho. El acceso a Pichari, es una ruta terrestre que conecta la región Ayacucho. Para llegar a Pichari capital, puede recoger su dispositivo móvil en el terminal Totorilla y conducir por la carretera pavimentada pasando la Pampa de Quinua. Continúe por el camino zigzagueante hacia el distrito de Tambo. Hay comunidades campesinas en el camino, desde Challhuamayo en el valle de los andes, continuar por un camino pavimentado hasta el paso de Tapuna que va al pueblo de Ccano, mostrando el bosque y la niebla en el camino (camino de la selva) el cambio climático. El terreno consta de cerros, taludes, cerros, tablones, partiendo de las orillas del río Piene, zigzagueando por la carretera a lo largo de las orillas del río Piene, cruzando el puente San Francisco hacia la zona de Kimbiri y continuando por el río Apurímac. Por la margen derecha del río Apurímac hasta llegar a la zona de Pichari capital. Otra ruta es desde Cusco hasta el distrito de Pichari; ir al río Urubamba, y luego de llegar a la ciudad de Quillabamba, se puede observar una densa vegetación, cafetales, árboles frutales, etc., y el clima es cálido, bordeando el río Urubamba hasta Palma Real, Kiteni, el camino continúa. por la ribera del Kumpirushiato hasta Kepashiato y continuando por la ribera del Kumpirushiato se llega al abra de Cielo Punco, donde el clima es húmedo, densamente boscoso y cubierto de orquídeas, bromelias, se extiende hacia la margen derecha del río Apurímac y pasa la siguiente finca edificaciones: pasando por los distritos de Cielo Punco y Manitea, diríjase al centro poblado de Omaya y luego diríjase al distrito de Pichari. 14 Figura 1. Mapa del distrito de Pichari y ámbito de estudio (Geocatmin Ingemmet). 15 Medio ambiente El área de Pichari tiene recursos naturales incalculables, clima diverso, suelos, ríos, cascadas, lagunas, colinas, minerales y bosques tropicales de varias capas ecológicas, afloramientos de rocas sedimentarias, rocas metamórficas y magmáticas, montículos naturales de varios diámetros. La fauna bien adaptada en determinadas zonas: El clima cálido, Brack y Mendiola (2004: 204); Pulgar (1976) bordea las márgenes de los ríos Apurímac y Ene a una altura de 560 m.s.n.m. A una altura de 1400 m.s.n.m., la temperatura varía más de 24 °C. a lo largo del río Apurímac y menos de 24 °C. en la parte baja de las montañas. Selva tropical caducifolia (Zepeda, 1999: 29) clima cálido y lluvioso, muy rico en vida silvestre, ríos caudalosos todavía llenos de peces y reptiles, río Apurímac lleno de fauna acuática y terrestre y pantanos de árboles; plantas tropicales de clima cálida como cacao, maní, ajonjolí, sacha arveja, frijoles, yuca, naranjas, mangos, mandarinas, mangos, piñas, palmas (Attalea). Los accidentes geográficos son llanuras, llanuras aluviales, valles ensanchados, montículos en las orillas de ríos más pequeños. Clima templado, Castañeda (2014) se ubica en la falda de una montaña sin nombre, a 1600 a 3300 m. s. n. m., las fluctuaciones de temperatura en los valles de los ríos Omaya, Catarata y Pichari superan los 18°C., bosque tropical perennifolio (Ibarra y Cornejo, 2010: 52), clima templado con bosques primitivos, poblaciones en las cuencas medias de los ríos Pichari y Omaya dedicadas al cultivo de coca, café y hortalizas (repollo, apio, cebolla, lechuga, etc.), tubérculos tropicales, azúcar caña, pimentón, limones, maíz, arroz, frijol, comunidades aborígenes asentadas en bosques primitivos en las márgenes, sus actividades se basan en el cultivo de yuca, maíz, plátano y la caza mayor y animales pequeños. Los accidentes geográficos se dividen en laderas boscosas, laderas cultivables y no cultivadas visibles desde diferentes ángulos, valles angostos con una densa vegetación, acantilados boscosos que caen al río, acantilados rocosos con bases y centros cubiertos de árboles y arbustos, incluidas orquídeas y enredaderas (bejucos). Bokkestijn (2017:31) Clima subtemplado húmedo y frío, con una altitud de 3300 m.s.n.m. a 4100 msnm., temperatura máxima que oscila entre 12 y 13 °C. en valles estrechos y laderas, y temperatura máxima en colinas, quebradas y cimas de bosques en 11 °C. a menos de 10 °C, con picos pronunciados que caen por debajo de 09 °C. El terreno es pendiente, escarpado, en su mayoría selva virgen, cañones de varios tamaños, vegetación 16 densa, laderas de montañas con bosques densos, pero al final de las laderas de las montañas hay pampas con vegetación exuberante, cerros, taludes, puquios, lagunas de color negro y verdoso, las nubes aún se aferran a las montañas boscosas, los bosques andinos, el carácter cambiado, los arbustos, los pastos, los frutos silvestres aún en las laderas más empinadas. En los suelos de distrito de Pichari se registraron diferentes colores de suelo y granos de arena, cuyo color cambia dependiendo de la altura de la zona boscosa y del clima, lo cual es un factor en la descomposición de la materia orgánica del suelo. El área de estudio corresponde al espacio de diversos eventos geológicos, biológicos, históricos y sociales: erosión de rocas sedimentarias, deslizamientos, enterramientos forestales, deforestación, incendios forestales, descomposición continua de materia orgánica (Palo, 2003; Porta et al., 2008:111 y 112), (Tabla de Colores Munsell). Señala, INRENA. (1994: 54) los suelos arenosos están presentes a lo largo del río Apurímac, más de 1 m de espesor, el cinturón sedimentario del valle cambia anualmente, las islas desaparecen o se forman de enero a marzo a medida que aumenta el caudal del río Apurímac. Nuevas islas, llanuras, depresiones y colinas, suelo gris arenoso, suelo húmedo, rica agricultura, clima cálido. Cultiva frijol, sacha arveja, arroz, ajonjolí, maní, cocoteros, cítricos, cacao, plátano, yuca, tubérculos, etc. Suelo rojo, Fertilab (2014) se refiere a “Los colores rojos y amarillos provienen de la oxidación e hidratación de los compuestos minerales de fierro del suelo”, el suelo rojo se ubica de 50 a 200 metros del río Apurímac, y el color rojo es por la hidratación de óxido férrico, los suelos de arcilla roja varían con la geografía de cada región agrícola, y las plantas en zonas bajas y altas se diferencian en el gusto o sabor. Cultiva la coca, piñas, mangos, naranjas, mandarinas, tubérculos, papayas, aguacates y más. Los antiguos habitantes del valle del distrito de Pichari pueden haber utilizado arcilla roja para fabricar recipientes. Tierra negra, Moreta (2014: 15) denomina el suelo negro andino. El suelo negro es causado por la acumulación de materiales orgánicos como raíces, hojas y troncos de árboles. El clima es húmedo y el suelo agrícola se vuelve limoso, arcilloso y fangoso en la temporada de lluvias. Los bosques secundarios y primarios (hojas, troncos, raíces, enredaderas, musgos) se pudren, las lluvias y los ciclones destruyen bosques y cultivos, se producen derrumbes en las laderas de los bosques. El suelo agrícola está salpicado de rocas sedimentarias amarillas, negras, grises, verdes, blancas, anaranjadas que se desintegran o se vuelven arcillosas y friables durante la época 17 de lluvias. Además, hay afloramientos de lutitas paleozoicas. Además, el borde del valle tiene suelo orgánico que incluye gneis, arenisca, anfibolita, cantos rodados, el suelo templado cálido es muy bueno para el crecimiento de raíces y tubérculos tropicales: yuca (Manihot esculenta), pituca o malanga (Colocasia esculenta) (Montaldo, 1991). Tierra negra rocosa, Zapata (2018: 3) planteó que “Los procesos de formación del suelo se denominan edafogénesis, y los factores que intervienen en este proceso son: el clima, la topografía, la acción biológica, la composición litológica”, entre estas actividades suelo negro rocoso. Se produce en laderas de montañas boscosas, afloramientos de rocas metamórficas con vegetación densa, y el suelo turbio está cubierto por una capa de residuos vegetales. El espesor de los residuos forestales originales en laderas de montañas, llanuras y deslizamientos de lodo es de más de 10 cm en 01 m. Los bosques están relativamente desarrollados en las llanuras, con una altura de más de 20 a 30 metros y un espesor de 50 cm a más de 1 metro. Los bosques están menos desarrollados en áreas con pendientes pronunciadas de menos de 20 m de altura. Las vides (plantas trepadoras) se entrelazan y el flujo de agua de los ríos y arroyos está casi escondido en la densa vegetación. Flora, según las características del bosque de la sierra de Pulgar (1976) muestra que la vegetación selvática en la zona de Pichari, las peculiaridades morfológicas se destacan según la posición de altura, el bosque palustre (cenagoso) tiene un clima cálido, y la vegetación selvática se encuentra por todas partes en el bosque, se puede encontrar una variedad de juncos tropicales, con hojas anchas y esbeltas, es un bejuco delgado, de más de dos metros de altura, que se usa para construir casas, botes de remos, recolectar flores para hacer proyectiles, flechas. Hay otros árboles caducifolios como el monte Taratara, cakhuay, lunqus, palo de balsa, en la familia de las malváceas también se le llama paloto, tuknay, qillma, ceiba, y los colonos lo llamaban “sanco-manca”. "El árbol talado está infestado de orugas y el tronco está cubierto de espinas de varios diámetros. Este árbol mide más de 40 metros de altura. Está desnudo de julio a septiembre y todas las hojas se han ido. Las semillas de algodón están esparcidas en el aire por el viento. El bosque pantanoso tiene tres tipos de tierras de cultivo: suelo arenoso lleno de bosques caducifolios, suelo rocoso cubierto de árboles de guarumo, árboles de palo de balsa, árboles de cakhuay, árboles de taratara y suelo pantanoso con varios árboles, enredaderas, palmas, flores herbáceas y arbustos: 18 Maíz (zea mays): El maíz amarillo es abundante y diverso en los valles del distrito de Pichari, y la diversidad de suelos contribuye al crecimiento y calidad de este producto en los valles de los ríos Apurímac y Ene. Arroz (oryza sativa): se cultiva arroz en diferentes zonas ecológicas, los agricultores de la zona se autodenominan "isla de arroz y chacra arroz": se cultivan isla de arroz a orillas de los ríos Apurímac y Ene, las zonas de cultivo de arroz son pantanosos o humedales. El arroz cultivado en zonas cálidas se utiliza principalmente con fines comerciales y consumo doméstico, es de forma esbelta y plana, de color blanco y amarillo y puede alcanzar más de un metro de altura. La chacra arroz están plantados en tierra roja, de forma redonda, de menos de un metro de altura, de color dorado y cultivados para el consumo familiar. Anón (Annona squamosa): Es una fruta tropical llamada "annona o mome", crece de 5 a 10 m de altura, el árbol de annona es ramificado de altura media a puntiaguda, hojas ovales a lanceoladas, fruto en forma de huevo, amarillo. - verde cuando está maduro cambia según la variedad, como el almidón annona, que crece a más de 10 m de altura, con hojas grandes y tamaño del fruto Shipru annona (qashqa annona), que es esférico con frutos pequeños y hojas delgadas. Alternativamente, existe otra especie de annona llamada “monte annona”, que es un pequeño árbol frutal que crece hasta una altura de 15 a 25 m y se encuentra con otros árboles en bosques secundarios o primarios. Pacay (Inga Feuillei): Una nueva especie de pacay tropical de varias clases ecológicas 'huasca pacay', crece de 10 a 30 m de altura, con hojas lanceoladas y anchas, 'huasca' significa cuerda, el fruto es áspero y parece de color verde intenso y de cada rama al suelo cuelgan cuerdas de color amarillo claro, de 50 cm de largo, el más grande puede medir hasta un metro de largo. Durante el Carnaval los campesinos utilizan para estas tertulias, y todos los que pasan por ahí llevan una sarta de "huasca pacay", con las que se lanzan látigos entre las piernas. El “algodón pacay”, mide menos de 15 m de altura, con frutos de longitud media de 20 a 30 cm y semillas envueltas en algodón. Hay otras especies desconocidas en los bosques secundarios o primarios, como el “mono pacay”, un fruto comestible de 10 a 15 cm de largo, “millhua pacay”, un fruto muy abundante con semillas muy pequeñas y cuyas vainas exteriores están llenas de agujillas en forma de lanas filudas. Con agujas muy afiladas en forma de lana, loro pacay, monte pacay, etc. 19 Chonta (Bactris gasipaes): La chonta crece en clima cálido y puede alcanzar una altura de más de 15 m. Tiene tallos subterráneos con púas muy afiladas a lo largo de tallos de acero. Las hojas son ovaladas a ovadas en diferentes direcciones desde el tallo. Los frutos son ovoides, espirales, de color verde oscuro, cuando maduran se vuelven rojo oscuro y amarillo, las semillas son de color negro, por las grietas se les llama mármol o "esqueleto". Un ave conocida como oropéndola (Oriolus oriolus) anida en las hojas de chonta, debido a la dureza de la madera, la chonta tiene muchos usos, como armas de guerra (puntas de flecha), lanzas, clavos (para clavar troncos blandos), armas agrícolas (wachi) y medicinales (curanderos). Palma o Attalea moorei (Arecaceae): Se encuentra en los valles de Apurímac, Ene, Omaya, Pichari, Otari, etc. Puede alcanzar una altura de más de 15 m dependiendo del suelo y las condiciones climáticas, las hojas ovales a espirales pueden alcanzar una longitud de 5 a 7 m, las semillas son redondas, llamadas "serumpi", las semillas son ricas en nutrientes, sabroso; estas palmeras son solitarias o se extienden a lo largo de valles y cimas de montañas. Los primeros pobladores nos decían: “Las palmeras son donde vive la gente y les quitan sus fincas. Las palmeras no se plantan. Si plantas una palmera y crece, es que tu vida es muy poco. En fin, las palmeras no florecen, tenemos que vivir mucho tiempo”, observamos el fondo de bosques primarios y bosques secundarios, en ciertos bosques primarios, si los hay, indica que hay gente en ese lugar, como la gente aparece en los valles tropicales, las hojas que usa y transporta para construir casas, semillas para el consumo diario, que ahora se encuentran en zonas agrícolas y bosques primitivos, que son las plantas de nuestros antepasados. Monte coca: La coca de montaña, también conocida como coca primaria y sacha coca, es una nueva especie desconocida con características similares a la coca (Erythroxylum coca), que no tiene ancestro botánico, monte coca, que es una planta silvestre que crece en bosques y en zona agrícola, en anexo Omaya se encuentra en la propiedad de don Serapio Pérez, tiene las siguientes características: es un arbusto con tronco ramificado desde la raíz hasta las puntas y hojas de varios tamaños, etc., hojas ovales, gruesas, flores blancas, frutos maduros rojo claro, de unos 2 a 3 m de altura y hojas secas amargas. En bosques secundarios existen otros animales como el venado (Cervus elaphus), sajino (Tayassu tajacu), perro del monte (Eira barbara ), sacha vaca (Tapirus terrestres), capis, yaco león, ronsoco (Hydrochaerishy drochaeris), ardilla, marsupiales, oso hormiguero, armadillo, mono, paujil (Crax), pájaro carpintero, tucán, loro guacamayo (Ara spp.), 20 manaqaraco, perdiz, chihuillo, gallito de roca, oso de anteojos, culebra, cocodrilo, tortuga, gasterópodos, motosierra (Pterodoras granulosus). Fauna tropical del área de estudio con versión detallada de un testigo presencial, el señor Mario Castro, quien actualmente vive en el distrito de Pichari: como ha señalado el Sr. S. Laura (comunicación personal, 20 de enero de 2020) “Entré en 1956 a la edad de 7 años, nací en 1949 siendo niño y todo estaba lleno de bosque, los cerros no se veían como ahora, el río Apurímac no se veía, estaba cubierto de árboles, y en el río Apurímac en ese tiempo había toda clase de peces y pájaros; usamos barbasco en el puente de San Francisco, pescamos allí, murieron muchos peces, grandes y pequeños, el resto solo pescamos grandes, llené mi balsa de ropa, cuando llegamos a mi casa estábamos listos para senkota (pescado a la parrilla). El siguiente testigo vivía a orillas del valle de Pichari y era el habitante con más tierra del valle de Pichari. En Pichari tenemos todo tipo de peces, los arroyos y pantanos de mi finca están llenos de peces y también de animales terrestres. como cangrejos, vaca choro, y no falta carne en los matorrales cuando el pez se cansa, sale al monte, vuelve con venados y un par de carpinchos. Tenemos perros y nos hacen comer animales salvajes”. El bosque secundario también contiene otros animales como venado (Cervus elaphus), sajino (Tayassu tajacu), perro salvaje (Eira barbara), sacha vaca (Tapirus terrestres), capis, yaco león, ronsoco (Hydrochaerishy drochaeris), ardilla, marsupiales, oso hormiguero, armadillo, mono, paujil (Crax), pájaro carpintero, tucán, guacamayo (Ara spp.), manaqaraco, perdiz, chihuillo, gallito de roca, oso de anteojos, culebra, cocodrilo, tortuga, motosierra (Pterodoras granulosus). 1.3. Geología Sánchez (2018: 32) estudio geológico de la zona de Pichari indicó que las cejas de selva tienen una faceta especial y de gran valor; de acuerdo a la situación de la exploración, en el área de investigación se encontraron rocas ígneas, rocas metamórficas y rocas sedimentarias a la orilla del río Apurímac. En los centros poblados de Omaya, Catarata y Ccatun Rumi, los contornos cortados en la carretera son afloramientos de roca de esquisto. Los cerros ondulados se originan en la parte alta del distrito de Villa Kintiarina, Cielo Punco, Manitea, y se extienden horizontalmente entre cortes y ondulaciones en jurisdicción del distrito de Kimbiri. El corte final se esconde a orillas del río Kimbiri, un 21 acantilado de arenisca cuarcita que se extiende sobre la parte alta de la comunidad local de Sampantuari con pequeños montículos que esconden una densa vegetación, tras lo cual aparece un gran cerro curvo hacia el suroeste hacia el anexo. Desde la ladera de Nueva Alianza hacia el río Omaya, expansión paralela, horizontal y curva de otra montaña hasta las costas de Pichari, este tipo de montaña rocosa tiene un corte inclinado, curvo, cubierto con cerca del Parque Nacional Otishi. Las rocas sedimentarias, lutitas, esquistos, limolitas, areniscas, calizas, pilitas con fauna fósil cortada en áreas agrícolas están expuestas principalmente en carreteras, caminos y claros en áreas agrícolas. En el margen izquierdo del río Pichari, existe una banda segmentada de lutitas, areniscas, calizas, limolitas a ambos lados de los ríos Pichari y Omaya, relacionada con el contenido fósil (Monge et al., 1998), lo que aclara. Denominada Grupo San José; en la superficie del bosque se pueden observar complejos metamórficos de Pichari-Cielo Punku, gneis, cuarcita, pizarra, arenisca cuarcita. Se registraron afloramientos sedimentarios de areniscas, lutitas del Grupo San José y formaciones Sandia cerca del bosque andino, punto de coordinadas UTM 4100 m.s.n.m. (Fig. 2). Complejo metamórfico Granulitas – Gneis Pichari -Cielo Punku Aricochea (2016: 48 y 49) en las áreas de selva tropical de la zona de Pichari, existen afloramientos de complejos metamórficos, principalmente expuestos en quebradas y derrumbes, canteras metamórficas suelen ubicarse en las quebradas de Unión Tarancato Alto, continúan extendiéndose al valle del río Pichari, a ambos lados del río Pichari, hay colinas y laderas que incluyen granulita, arenisca de cuarzo, gneis, pizarra, filita, cuarzo. El área tiene rocas muy antiguas con afloramientos ondulados, taludes forestales suaves e inclinados expuestos en lugares suaves, cuevas, canteras, arroyos, ríos, la mayoría de las rocas metamórficas cubiertas por una capa de detritos leñosos, afloramientos rocosos que se extienden en una línea ondulada. Al suroeste-noreste en dirección al río Quempiri, la siguiente roca metamórfica se presenta al pie del bosque andino, constituida por gneis, cuarzos, areniscas de grano grueso cargadas de musgos, líquenes y bejucos. 22 Paleozoico Monge et al. (1998: 68) El área de estudio corresponde a las rocas sedimentarias del Grupo San José. Las unidades litoestratigráficas en el bosque primitivo son muy variables, con afloramientos de lutitas de color gris a beige a lo largo del río Apurímac y abundantes fósiles del Grupo San José. El Grupo Cabanillas contiene crinoideos, restos de braquiópodos fosilizados y el afloramiento de Grupo Cabanillas está ubicado cerca de las orillas del río Apurímac. Las colinas onduladas, que son afloramientos de arenisca cuarcítica de la Formación Sandia al noreste de Pichari capital y Omaya, son afloramientos de arenisca cuarcítica sin fauna fósil en una depresión horizontal suroeste-noreste. Se registra un evento geológico en la zona de Pichari, los fósiles son muestras de antiguos fondos marinos de la era Paleozoica, lutitas, afloramientos de lutitas negras, calizas fosilíferas del Grupo San José indican fauna marina del periodo Ordovícico. Grupo San José (Ordovícico) Las secuencias de lutitas grises a beige, los terrenos paleozoicos de lutitas negras con concreciones en forma de perlas están muy extendidas en las jurisdicciones del área de Pichari y Kimbiri (Laubacher, 1978), y se encuentran afloramientos sedimentarios en áreas agrícolas, urbanas y subterráneas. La lutita más gruesa se observó en cortes de carreteras y deslizamientos de tierra. El esquisto se caracteriza por gris a beige, oscuro, gris azulado a gris oscuro, gris amarillo y canteras fósiles en las secciones del perfil de la carretera que muestran una abundancia de fósiles de trilobites, braquiópodos y graptolitos. Los nódulos esféricos enterrados en sedimentos de pizarra son rocas redondas u ovaladas-rectangulares llenas de restos fósiles de trilobites. Los nódulos varían en tamaño y diámetro desde 20 cm hasta más de 2 m, y los nódulos más grandes tienen una secuencia estratigráfica completa. Restos fósiles de trilobites de varios diámetros. Los afloramientos de pizarra gris a oscuro del Grupo San José albergan una amplia variedad de invertebrados marinos extintos del Ordovícico, con un grupo muy rico y bien formado de artrópodos como Ecillanus, braquiópodos, monograptus y didymograptus. Las constantes visitas a yacimientos fósiles nos han enseñado a descubrir rastros fósiles 23 de un nuevo taxón, los fósiles de gusanos, en las pizarras paleozoicas (Gómez et al., 2021: 25 y 26). Formación Sandia (Ordovícico) El área del norte del lago Titicaca (Laubacher, 1978) originalmente se denominó Formación Sandia y consiste en una serie de cuarcitas. En el área de estudio también se encuentran varias areniscas, areniscas de mica, pizarra gris azulado y blanco estratificado, cuarcita blanca, negra, naranja y gris. En la geología de los cuadriláteros de Llochegua y San Francisco, en actual distrito de Manitea y Cielo Punco, comenzaron a formarse areniscas cuarcitas sin fauna fósil, areniscas micáceas orientadas en líneas horizontales entre recortadas en la orilla del río Chirumpiari, Manitea, Maquete, Samaniato y Kimbiri. A orillas del cañón Cashubireni, las colinas onduladas desaparecen por unos 3 km y reaparecen en Nueva Alianza, jurisdicción subordinada del distrito de Pichari, desde donde se extienden en línea recta entre las incisiones en dirección suroeste-noreste. No se han encontrado restos fósiles en los afloramientos de areniscas y cuarcitas (Monge et al., 1998), y debido a su ubicación litoestratigráfica, los afloramientos de areniscas se consideran de edad Ordovícico superior. En la parte superior de las colinas hay arena fina y arcillosa no apta para la agricultura, suelos rocosos pobres, árboles tropicales y helecho común (Pteridium aquilinum) a menudo crecen en las colinas. Formación Ananea (Silúrico) Al noreste del centro poblado de Omaya, una serie de lutitas negras con pirita, material laminar rojo a beige y fauna no son visibles en la sección del canal de riego técnico de Omaya Baja. Los afloramientos rocosos de la Formación Ananea se ubican en ambas márgenes del Valle del río Omaya y al noreste de Pichari capital (Gómez et al., 2021). Grupo Cabanillas (Devónico) Las rocas del Paleozoico superior están expuestas a lo largo del tramo de la carretera Kimbiri-Pichari, y se observan limolitas en forma de listón en la jurisdicción del centro poblado de Ubiato (Kimbiri) que continúa hacia el noroeste en la silueta de la carretera. Actualmente, los propietarios de las canteras y las autoridades públicas han aprendido a 24 vender la cantera. En este afloramiento de pizarras de color gris a oscuro, los fósiles de braquiópodos, crinoideos y las trazas fósiles son muy escasos (Monge et al., 1998: 84). Depósitos recientes Aricochea (2016: 58 y 59) señaló que los depósitos fluviales y aluviales recientes se ubican en el territorio del distrito de Pichari en diferentes niveles ecológicos, clima cálido (zona marginal del río Apurímac), templado (afluente que sale del interior de la reserva comunal Asháninka) y un clima frío a una altitud de 4100 m.s.n.m. Depósitos fluviales El río Apurímac, cuyo caudal aumenta de enero a febrero, ocupa toda la cuenca del río, se reduja de marzo a abril y se depositan grandes cantidades de material nocivos a ambos lados del río. Cantos rodados de diferentes diámetros, grava gruesa, arena fina, limo arcilloso grueso y arena gruesa se han asentado en las orillas de los afluentes en estrechos valles boscosos. Depósitos aluviales La planicie aluvial más grande y extensa se encuentra en Pampa Hermosa sobre la margen derecha del río Apurímac, con suelos arenosos y pantanosos muy fértiles aptos para la agricultura, y sobre las márgenes derecha e izquierda del río Pichari, se encuentran antiguos cauces naturales abandonados, con grava, cantos rodados, arena fina y gruesa, limo, arcilla y tierra negra; la formación de capas muy antiguas y modernas se puede observar cerca de la desembocadura del río Pichari, a lo largo del valle de Pichari hay nuevas capas que contienen material orgánico vegetal, cantos rodados, arena gruesa, suelo en proceso de formación y arbustos de vegetación. Los suelos maduros están en las riberas del Pichari, la primera capa cubierta de cantos rodados, arena gruesa, la segunda capa cubierta de laterita (tierra roja), y la última capa es suelo negro lleno de vegetación. 25 Figura 2. Mapa de ubicación y unidades litoestratigráficas. 26 1.4. Geomorfología Las formas de relieve de los bosques tropicales en Pichari capital y en el centro poblado de Omaya, en la margen derecha del río Apurímac, están determinadas por las características del relieve, la formación de planicies a lo largo del borde del río Apurímac, un estrecho valle de los ríos Omaya, Pichari y Piene. Las lluvias continuas provocan derrumbes en bosques secundarios, desde hace muchos años hasta la actualidad asentamientos o pequeños poblados, y las actividades humanas han cambiado la geografía de los bosques densos, a través de la tala de árboles, incendios y agotamiento de áreas agrícolas (Monge et al., 1998). Llanuras: Se encuentran entre 560 y 580 m.s.n.m., se ubican al noroeste-suroeste del centro poblado de Ccatun Rumi, suroeste de Pichari capital y suroeste-noroeste de C.P. de Omaya, debajo de la carretera Omaya-Ccatun Rumi hay una llanura sedimentaria cuaternaria, y en la margen derecha del río Kimbiri se ven otras grandes llanuras. El actual "Aeropuerto Comercial VRAEM" está ubicado frente al distrito Pichari. Otra planicie en la margen izquierda del río Piene, llamado Gran Sivia, termina al Noroeste de anexo Omaya Baja, y hay otra ribera plana desde la orilla del Churitiari hasta la margen opuesta del Omaya. Las Pampas están ubicadas a orillas del río Apurímac. Estas llanuras son probablemente depósitos cuaternarios y, por su ubicación y con clima cálido es bueno para todo tipo de agricultura. Valles y quebradas: Cae bajo la jurisdicción del centro poblado de Catarata, ubicado al suroeste de la extensión Unión Tarancato Alto, donde decenas de arroyos desembocan en el valle de Tarancato y luego en el río Catarata; los dos ríos desembocan en un valle angosto, formando la letra "Y", creando un afluente del río Omaya, el cual, entrando en un valle angosto, fluye por un valle ancho y finalmente desemboca en el río Apurímac. El río Pichari es el segundo río después del río Apurímac. Tiene 29 km de largo desde su nacimiento hasta su desembocadura. En una quebrada al noreste de la comunidad indígena de Marontuari, a través de una cuenca estrecha hasta la jurisdicción del anexo Paraíso, que se extiende por un valle amplio y caloroso hasta el borde del río Apurímac. 27 Colinas: Estos cerros se ubican a orillas del río Apurímac. Además, también son comunes en las márgenes de los ríos Omaya, Pichari y Otari, la altura de cada cerro es de unos 20, 30, 35, 40, 55, 60, 70, 75 m, y el ancho varía según el cambio del terreno, a la altura en el área de estudio; algunos cerros están escondidos en bosques secundarios y primarios, los cerros de la zona agrícola están sembrados de árboles frutales, cacao, cacao y yuca, así como comunidades indígenas y fincas de colonos. Los cerros de tierra roja ubicados en los valles bajos de los ríos Pichari y Omaya están salpicados de árboles y plantaciones de piña, las márgenes de los ríos principal y afluentes probablemente fueron utilizados como tierras agrícolas por las poblaciones más antiguas, así como por los actuales pobladores continúan depredando la selva tropical. El diámetro de la colina de suelo negro es diferente, el suelo superior es negro y el inferior son afloramientos de rocas sedimentarias. Ladera sin vegetación: Las laderas de los bosques secundarios están más erosionadas y adelgazadas debido a la deforestación, los incendios y las actividades humanas. De julio a septiembre es el período seco, por la temperatura más alta, el interior del bosque comienza a secarse, el pasto empieza a desaparecer en los bordes de los caminos, falta la fuente de agua y el suelo agrícola se agrieta. De enero a marzo es la temporada de lluvias e incrementa el caudal de los ríos y arroyos provocando derrumbes en áreas deforestadas y en bosques áridos. Ladera con vegetación: Los suelos pedregosos de los bosques primarios y secundarios tienen una profundidad de 5 a 10 cm, están cubiertos de desechos orgánicos y son ricos en hierbas, arbustos y enredaderas. Dentro del bosque original, el espacio de la pendiente está lleno de formaciones orgánicas (hojas caídas, troncos podridos y enredaderas entrelazadas en las laderas). 1.5. Hidrografía Los estudios hidrológicos son de suma importancia en el área de estudio para comprender los orígenes, afluentes, acuíferos, vertientes y pantanos del área de Pichari; por su ubicación geográfica, se encuentra en un amplio valle con un clima variable. En el territorio de Pichari están los siguientes ríos. 28 Río Apurímac: Tiene su origen en el nevado Mismi, ubicado en la Cordillera de los Andes, a 5660 m.s.n.m., latitud 16°17'55.66" S, 71°24'16.35" O, extendiéndose por la margen izquierda de la región Apurímac. Territorialmente continúa hacia el noreste a través de las montañas y selvas de las regiones de Ayacucho y Cusco hasta encontrarse con el río Mantaro a una altura de 482 m para una longitud total de 700 km (Paredes et al., 2010). Río Pichari: El arroyo se origina en una laguna sin nombre a una altitud de 4000 m.s.n.m. a 12°23'18.56" S, 73°36'35.74" O, y fluye por empinadas laderas boscosas, en diferentes direcciones en la Reserva Comunal Asháninka a través del cañón. El valle se expande paulatinamente hacia el río Apurímac y desemboca en un amplio valle en la margen derecha del río Apurímac, surge un segundo río de 30 kilómetros de la zona; en abril, el color del río cambia constantemente de negro a gris y en esta temporada el caudal del río Pichari aumenta excesivamente. Río Omaya: Nace en la parte más remota de la Reserva Comunal Asháninka, a una altura de 2.465 m.s.n.m. Decenas de riachuelos serpentean por la fuerte pendiente que crea el río Catarata, formando majestuosas cascadas como el Rey del VRAEM, Velo de Novia, Salto del Gallito, Ángela, Ángel, etc. Hacia el anexo Unión Tarancato Alto, muchos arroyos fluyen desde el interior del bosque denso del cerro Tuku Qasa, el río Tarancato forma un valle empedrado, fluye a través de las dependencias de Tarancato y cerca del centro poblado de Catarata se une al río Catarata para formar el río Omaya, desemboca en la margen derecha del río Apurímac. Históricamente, las cataratas fueron descubiertas por los primeros colonos alrededor de 1960, y como ha indicado el Sr. J. Pérez (comunicación personal, 20 de abril de 2020) "En los años en que llegamos por primera vez a esta selva, descubrimos que ni siquiera había árboles. Una adquiría, con mucho miedo caminamos por el bosque primitivo, buscando terreno, caminamos hasta la cascada, la cascada es muy tosca, llena de árboles, enredaderas enormes, pantanos, ese día en la noche nos quedamos dormidos de terror en el gigante árboles”. Los pobladores que llegaron entre 1960 y 1970 fueron los primeros en visitar las cataratas. Por ejemplo, en la parte superior de la dependencia de Tarancato Alto Unión (UTA), donde los primeros agricultores comenzaron a cultivar entre 1970 y 1980, aún quedan restos de plantas de café y limón; el nombre de la propiedad es "Fundo los Ángeles, Fundo Buena Vista", los nombres de los primeros dueños son Indalecio, Quecaño, Qala Caspi, Además, ya había agricultores en la parte 29 alta de la caída, ahora están cubiertos por bosques, muchos agricultores primitivos del bosque abandonaron sus propiedades debido a los movimientos subversivo y buscaron refugio en diferentes asentamientos de colonos. Río Piene: Nace en el valle interandino, en la confluencia de los arroyos Chuqihuichqa, Qutqutay y Canrao, a una altura de 3933 m.s.n.m. 12°40'13.97" de latitud sur, 73°10'51.81" de latitud oeste, el área es de 50 km2, la cuenca cubre parcialmente el territorio del distrito de Sivia, Uchuraccay y Ayna San Francisco, provincia La Mar, Huanta, región Ayacucho, se extiende hacia el sureste hasta su confluencia con el río Apurímac (Granja Sivia) a una altura de 559 m.s.n.m. Pantano: En la orilla del río Apurímac, existe un agua estancada las 24 horas, poco profunda, llena de árboles, bejucos, pastos, pájaro bobo (Tessaria absinthioides), colas de caballo (Equisetum hyemale), muy rica en fauna acuática y terrestre y árboles (Turabián y Pérez, 2019). 1.6. Ecología Santiago, señaló que los restos fósiles encontrados en el área de investigación indican la existencia del ecosistema en la era geológica anterior (Santiago, 2018). La diversidad de fauna en el Grupo San José corresponde a trilobites, braquiópodos, crinoideos, graptolitos marinos y otras especies del periodo Ordovícico de la era Paleozoica, estos organismos habitaron ecosistemas antiguos, se diseminaron y desaparecieron en diferentes eras geológicas, presentan cambios climáticos, de temperatura, accidentes geográficos (Perea et al., 2018; Ruiz et al., 2008). El sitio fósil se extiende en dirección noreste-noroeste a lo largo de la margen derecha del río Tarancato, de aproximadamente 1 km de ancho, la garganta de Choritiari tiene colinas triangulares altas llenas de vegetación, agricultura y vivienda; las formaciones rocosas están configuradas con trocha carrozable. Rocas sedimentarias como pizarra, arenisca, y pelitas son visibles. Los cerros Nueva Esperanza y Libertad (Mirador) descienden verticalmente hacia las márgenes del río Pichari, y en la margen derecha del mismo río se encuentran formaciones de planicies sembradas de cacao (Theobroma cacao), Pituca (Colocasia esculenta), 30 ubicadas en la parte noroeste del río cerca de Paraíso estructurada verticalmente, la montaña se eleva con una caída vertical hacia la quebrada Inca Yaku en sucesión, y otra montaña triangular conduce a la quebrada Cusco Mayu (Otari San Martín), donde se encontraron restos fósiles a lo largo de la sección transversal del camino. Como sugiere (Van Dalen, 2012), los habitantes de clima cálido habitan y utilizan diferentes ecosistemas de selva alta, ubicando los valles bajos, medios y altos de Pichari; (Pulgar, 1976); en los valles bajos del ecosistema se encuentran Granja Sivia (GS-1) y Naval (NL-2), asentamientos a orillas de los principales ríos y afluentes, clima cálido, río Apurímac con diferentes especies de bagre (Pimelodus blochii), bocachico (Prochilodus nigricans), Bujurqui vaso (Chaetobranchus flavescens), carachama (Pterygoplichthys pardalis), Turushuqui (Oxydoras niger), charapa (Podocnemis expansa), chuqi; la agricultura es muy importante para la gente de Ccatun Rumi, Pichari, Omaya Baja, Omaya, trabajan con papaya (Carica papaya), naranjo (Citrus sinensis), piña (Ananas comosus), papamango, champamango, plátano, mandarino (Citrus reticulata), palta, yuca (Manihot esculenta), coca (Erythroxylum coca), frijol cabecita negra (Vigna unguiculata), arroz (Oryza sativa), caña (Saccharum officinarum); los animales del bosque secundario son paujil (Crax rubra), serpientes (Serpentes), loro (Psittacoidea), tapir (Tapirus), sajino (Pecari tajacu). El ecosistema está ubicado en el valle central, los sitios arqueológicos están a orillas del río Pichari, al costado del arroyo y en lo alto de las montañas, los sitios de Campo Ferial (CP-3) y Pichari (PI-5) están fuera de la ciudad Pichari, y el sitio de Urbano (NU-4) está ubicado en la margen derecha del río Pichari, a 400 m.s.n.m. se encuentran dos montículos orientados al noroeste, en medio de los cuales están el manantial que desemboca en el arroyo hacia el río Apurímac, y el montículo de la derecha es la dependencia de la asociación Los Licenciados. Además, la agricultura prospera debido a la presencia de suelos lateríticos, arenosos y orgánicos y al clima templado, y los agricultores de la región cultivan coca (Erythroxylum coca), arroz (Oryza sativa), caña de azúcar (Saccharum officinarum), yuca (Manihot esculenta), pituca (Colocasia esculenta) y cualquier hortaliza como lechuga (Lactuca sativa), col, repollo (Brassica oleracea var. Capitata), zanahoria (Daucus carota). Los animales silvestres se encuentran alrededor de áreas agrícolas, viven en bosques secundarios o primarios, descienden en áreas agrícolas, riberas de arroyos, pantanos, etc. Capiz o pizotes (Nasua), oropéndola crestada (Psarocolius decumanus), gallito de las 31 rocas (Rupicola peruvianus), venado (Odocoileus peruvianus), chipe o mono ardilla (Saimiri oerstedii), ardilla roja (Sciurus vulgaris). Los asentamientos humanos están en las riberas de los ríos y colinas boscosas, como el sitio de Marontuari. Las poblaciones a lo largo del río Apurímac habitaron y se adaptaron a diferentes estratos ecológicos, y quizá los habitantes de climas más cálidos utilizaron los cauces secundarios de los ríos para colonizar y trasladarse de un lugar a otro. Además, sus actividades se desarrollan en zonas de clima templado y frío húmedo (Murra, 1975: 65). El bosque del clima frío húmedo está desolado, los animales silvestres son pocos, y los sonidos del granizo y la lluvia resuenan; cañones, colinas y laderas boscosas están envueltos en niebla. Como sugirió el Sr. J. Barboza (comunicación personal, 25 de diciembre de 2019), actualmente no hay evidencia de agricultura y asentamientos modernos, y los Asháninka naturalmente se aventuraron a explorar el interior de los bosques primitivos y reportaron caminos pavimentados, puentes de piedra y ruinas. 1.7. Antecedentes Los primeros estudios geológicos en la zona de Pichari, provincia de La Convención, región Cusco, fueron realizados por geólogos (Monge et al., 1998:73), estos autores fueron primero a ambas márgenes del río Apurímac y Ene. Según el estudio litológico, los restos fósiles en el área de estudio pertenecen al Grupo San José (Ordovícico), Formación Sandia (Ordovícico Superior), Grupo Ananea (Silúrico), Grupo Cabanillas (Devónico). Estos depósitos de fósiles son una muestra de invertebrados marinos paleozoicos, y los restos fósiles proporcionan evidencia de paleoecología. Aricochea (2016:47) sugirió en un estudio geológico del Valle de Omaya que “El Paleozoico está representado en el Ordovícico por pizarras del Grupo San José y cuarcitas de la Formación Sandia, en el Silúrico se muestra la Formación Ananea con una secuencia de pizarras y lutitas intercaladas”. El distrito de Pichari tiene una gama más amplia de sitios paleontológicos en anexo Catarata, Omaya, Libertad, Nueva Esperanza, Monkirenshi, Pueble Libre Atalaya, etc. (Gómez et al., 2021). La investigación paleontológica en Pichari (valles de los ríos Apurímac y Ene) ha sido realizada recientemente por el autor de esta tesis, estudiante de la carrera de arqueología 32 de la Universidad Nacional Mayor de San Cristóbal de Huamanga; además de documentar yacimientos paleontológicos, también encontró sitios arqueológicos a lo largo de los principales ríos y sus afluentes en los distritos de Pichari, Unión Asháninka y Kimbiri. El Diario Correo de Ayacucho publicó el hallazgo de restos fósiles en la zona de Pichari. Los sitios paleontológicos registrados en ese momento eran de Pueblo Libre, Atalaya y Omaya, y los fósiles pertenecían a braquiópodos, trilobites y graptolitos. En el mismo año se publicaron los restos fósiles del distrito de Pichari para la protección y evaluación de sitios paleontológicos, Santiago (1-8-2011). Los depósitos de fósiles están en riesgo de destrucción y pérdida de su valor patrimonial. La destrucción y venta de canteras que contienen fósiles continúa casi a diario, las autoridades y los dueños de las canteras desconocen la importancia del patrimonio paleontológico, el comercio de canteras sigue y los muebles paleontológicos en todas partes son sacados de contexto. Esta es la razón para apreciar, difundir y preservar el patrimonio paleontológico del distrito de Pichari. Santiago (2018) para obtener el grado de bachiller en Arqueología, elaboró un trabajo de investigación interdisciplinario titulado “Reconocimiento Arqueológico y Paleontológico en el Valle del río Omaya, Pichari, La Convención, Cusco”; el informe describe los restos paleontológicos y fósiles, pertenecientes al Grupo San José. El primer estudio geológico en el Valle de Pichari fue realizado por Monge y otros, quienes clasificaron las rocas sedimentarias como del Grupo San José (Ordovícico) con contenido marino restos fósiles del Paleozoico. Sánchez (2018) definió al Grupo San José como pizarra, pelitas y lutita fosilífera con fauna de trilobites, braquiópodos y graptolitos. Gutiérrez et al. (2018) definieron el Grupo San José como la Formación San José con base en características geológicas en un estudio paleontológico reciente en el distrito de Kimbiri (valle del río Apurímac). Primera investigación arqueológica (1972-2018) en Apurímac y margen izquierda del río Ene, actualmente el valle del río Apurímac, Ene y Mantaro (VRAEM) pertenecen a las tres regiones: Ayacucho, Huancavelica y Junín. La investigación arqueológica es relativamente nueva, se inició alrededor de 1870 cuando los primeros terratenientes y agricultores andinos de la región de Ayacucho se asentaron en la margen izquierda del 33 Apurímac, posteriormente con la Ley de Reforma Agraria y la Ley de Inmigración, Colonización y Tierras Selváticas del Perú de 1960 para colonizar la margen derecha del río Apurímac (Kimbiri y Pichari) Vega (2001). Según la descripción de Raymond (2021) en la primera visita al río Apurímac, probablemente en 1965, había pocos pueblos de colonos, caminos angostos y pedregosos, poca agricultura, vegetación densa, valles y cañones, abundante vida silvestre. Luego de 12 años de colonización en la margen derecha del río Apurímac, se iniciaron las primeras investigaciones arqueológicas en la margen izquierda del río Apurímac. Raymond (1972) realizó las primeras excavaciones en la "Granja Sivia", cuyos resultados son “The cultural remains from the in the montaña, Perú: en archaeological study of tropical forest culture in the montaña” (Los restos cultures de la Granja Sivia, Perú: estudios arqueológicos sobre la cultura de los bosques tropicales en las zonas montañosas), Granja Sivia se encuentra en la margen izquierda del río Piene y Apurímac en el condado de Sivia, provincia de Huanta. Raymond (1982), en un artículo titulado “Quimpiri, a ceramic style from the peruvian montaña” (Quimpiri, un estilo de cerámica de la montaña peruana), Raymond descubrió un total de 44 sitios arqueológicos, 11 de los cuales pertenecían al estilo Quimpiri. Un mapa de los sitios arqueológicos en la margen izquierda y derecha del Valle del río Apurímac en la zona de Llochegua registra la ocupación y se denomina “APU-42”, los siguientes sitios se encuentran ubicados en el distrito de Sivia, Granja Sivia y distrito de Santa Rosa, también varios lugares a orillas del río Santa Rosa conocidos como “APU- 25, APU-21, APU-13, APU-12”. Finalmente, en la zona de Villa Kintiarina existen numerosos sitios arqueológicos a lo largo de los ríos Quintiarina y Sinquebine, cuyas siglas corresponden a "APU-33, APU-34, APU-35, APU-37"; Sedano y Gutiérrez (2020); Valdez et al. (2021:16), registraron nuevos sitios arqueológicos en la margen derecha del río Chutumayu y la margen izquierda del río Piene. Vivanco (2014) en su informe de grado “Prospección Arqueológica en la Quebrada de Espinco: La integración entre Sierra y ceja de Selva en Chungui – La Mar, Ayacucho”. Señala una ocupación desde el periodo Formativo, Horizonte Medio, Intermedio Tardío e Inka. Además, Canchari (2012) menciona la ocupación del Intermedio Tardío en Chungui, conocido como "oreja de perro", como un lugar sagrado con lagunas, cerros y una serie de sitios arqueológicos en la cima de los cerros. Añanca (2012), realizando 34 trabajos arqueológicos bajo la jurisdicción de comunidades campesinas como Tantarpata, Wallwa, Churca, Qewayllu, Sonqopa, que se enmarcan dentro del territorio “oreja de perro”, documenta 10 sitios arqueológicos, cada uno corresponde a una ocupación diferente (Precerámica, Horizonte Medio, Intermedio Tardío e Inka). Otros estudios arqueológicos en la zona de Sivia incluyen a Gómez (2009) en su informe de práctica preprofesional “Prospección Arqueológica en la Ceja de Selva del valle de Sivia, Ayacucho” el bosque andino, que forma parte de las investigaciones arqueológicas en el distrito de Sivia, los Andes probablemente estuvieron habitados por una gran población durante el Intermedio Tardío. Creado bajo la jurisdicción del distrito de Santa Rosa, Córdoba (2007) incluye en su obra un fragmento de cerámica del Distrito de Santa Rosa con decoraciones incisas; entre ellos, Gómez (2013:85) eligió la licenciatura en arqueología, enfocándose en la investigación arqueológica en el Valle del río Apurímac, describe las propuestas de varios investigadores amazónicos. Los fragmentos de cerámica de la colección de la municipalidad del distrito de Santa Rosa continúan siendo revisados por varios autores sin una interpretación definitiva. Gómez Córdoba propuso a partir de las características de la cerámica del período formativo. Valdez (2018: 13) sugiere de la colección de la municipal del distrito de Santa Rosa como “estilo Quimpiri”. En estudio de diagnóstico y zonificación para el tratamiento de la demarcación territorial de la provincia Satipo (2007), documentó las evidencias arqueológicas, históricas y ambientales de la selva baja. Sobre la margen derecha del río Apurímac y Ene (1961-2022) se viene realizando desde 1961 un estudio interdisciplinario siguiendo el desarrollo del marco legal de la Amazonía peruana. Las selvas del Perú han sido ocupadas y abandonadas desde la antigüedad; ahora muchos lugares están deshabitados y se consideran bosques primitivos. Ley de Inmigración y Colonización de 1893, Ley Orgánica de Terrenos de Montaña N°. 1220 (21 de diciembre de 1898), la Constitución Política del Perú de 1920 y la Ley de Inmigración, Colonización y Selva N°. 12704 (sustituye a la Ley N° 195172 de 21 de enero). (Gazzolo, 1957:87 y 88; Nieves, 1960: 35; Rivera, 1978:30; Monterroso et al., 2017:5) evidenciado por los primeros pobladores del centro poblado de Omaya, quienes afirman inmigración, colonización y ley de la selva “el gobierno del Perú invita a todos los peruanos para colonizar a tierras vírgenes y la migración de la sierra a la selva peruana era una noticia novedosa” creemos que la expansión de la migración en la selva peruana no es solo a nivel nacional, he escuchado sobre eso. También, era nuevo en el 35 extranjero, por lo que el período de colonización de la selva involucró a agricultores andinos, exploradores costeros, científicos de diferentes regiones, así como a extranjeros. El proyecto de Plan Maestro Parque Nacional de Otishi (2004) y Zonificación Ecológica y Económica de la provincia de Satipo (2011) contienen descripciones completas de los recursos naturales y culturales. La catarata de Cutivireni de 300 m de largo y los de Parijaro de 260 m de largo se encuentran en el curso del río Kutivireni. y Puente Natural Pavirontsi o Puente de Oro con una longitud de 220 m, altura 50 m, y ancho 60 m, como dijo la Sra. P. Ccananpa (comunicación personal, 12 de noviembre de 2004) "En el puente dorado hay una ciudad de oro. Mirándolo desde la distancia bajo el sol poniente, la cubierta del puente brilla como oro. La ciudad de oro es malvada, y personas desconocidas entran y nunca regresan. Las montañas y los bosques están perturbados y empieza a llover”. En 2016, encontró fragmentos de cerámica con técnicas de incisión y brochado en anexo Irinikiari de la comunidad nativa de Pitirinkeni Central, probablemente habitada desde el periodo Formativo en los bosques tropicales en el valle de Quempiri y el valle de Cutivireni. Fonseca (2011) presenta un nuevo hallazgo arqueológico en Espíritu Pampa, ubicado en el distrito de Vilcabamba, provincia La Convención. A través de este fascinante descubrimiento en la selva, se conoce sobre la conexión entre la montaña y la selva en la región del Cusco. Kimbiri luego se refirió al interés y admiración de los cusqueños por el descubrimiento de otro sitio arqueológico denominado “Complejo Arqueológico Mancopata”. Los investigadores creen que son estructuras Incas o Paititis. Autoridades y comuneros comentaron que encontramos un hacha de piedra y algunos fragmentos de cerámica en Vista Alegre, distrito de Kimbiri, la zona presenta arenisca cuarzosa cubierta de densa vegetación y suelo pedregoso; fisuras naturales, Actualmente, debido a la falta de evidencia arqueológica, el sitio de "Manco Pata" está casi descartado. En 2011, se documentaron por primera vez sitios arqueológicos a orillas del río Omaya en el centro poblado de Omaya. Con base en la evidencia arqueológica encontrada en la densa vegetación que confirma algunos asentamientos humanos en las orillas de los ríos Omaya y Pichari, los agricultores tropicales pueden haberse asentado en las orillas de los afluentes durante el período Formativo y la agricultura compartida en diferentes niveles ecológicos (Mura, 1975). Los estudios arqueológicos de las áreas de Ayacucho, Cusco, 36 Junín, Huancavelica y Apurímac facilitan la interpretación y comparación de la dispersión de los asentamientos en la ceja de selva en los valles de los ríos Apurímac, Ene y Mantaro. (Morales, 2001) se dedicó en trabajos arqueológicos en la selva amazónica, (Vivanco, 2011) sugiere que durante el Intermedio Tardío del valle del río Pampa, los pobladores abandonaron las montañas y se adentraron en la selva. Estudios arqueológicos y etnográficos de la selva altas y serranías de la región Cusco confirmaron la presencia humana en diferentes circunstancias: Zapata (1998) registró los sitios arqueológicos con ocupación del periodo Formativo en la cuenca del río Vilcanota y luego definió (Salcedo y Molina (2012). “los resultados de los trabajos arqueológicos realizados en el tramo selva 2002 del Proyecto Gas de Camisea, entre las cuencas de los ríos Urubamba y Apurímac”, se registra el recorrido del gasoducto de Camisea a su paso por los distritos de Villa Kintiarina y Echarate, provincia de La Convención, Salcedo y Molina documentó asentamientos tropicales que corresponden a periodos Formativos según el análisis de materiales culturales. Medina (2008), al documentar sitios arqueológicos en la margen derecha del río Camisea (afluente del río Urubamba) en el distrito de Magantoni, menciona cerámica corrugada y materiales de diagnóstico pertenecientes a bases, bordes y fragmentos de cerámica con decoraciones incisas (300 a.C., 632 d.C.). Además, Fonseca y Bauer (2013) encontraron un asentamiento Wari en la margen derecha del río Chontamayo (afluente del río Urubamba) en el distrito de Vilcabamba. 37 CAPÍTULO II EL PROBLEMA Y MARCO TEÓRICO 2.1. EL PROBLEMA Los yacimientos fósiles y sitios arqueológicos en el Valle de Pichari, provincia de La Convención, región Cusco, actualmente se encuentran desconocidos y destruidos por diversas obras públicas o programas de desarrollo realizados bajo la jurisdicción del distrito (Secinaro, 2020). En el área de estudio se hallaron evidencias de invertebrados marinos paleozoicos, caracterizados por pizarras, areniscas, piletas, lutitas del Grupo San José (Aricochea, 2016), yacimientos paleontológicos que requieren urgentemente ser reducidos para disminuir el abandono, las ventas y extracción de canteras. Los sitios arqueológicos están ubicados en las afueras de los ríos principales, afluentes, alejados de sus riberas, el crecimiento de la agricultura, actividades, trabajos temporales, obras públicas y asentamientos que habitan superficies densamente pobladas o habitadas invaden, degradan y destruyen el valor patrimonial de los bosques secundarios y primarios (Malacalza, 2002: 45). Según Tello, los densos bosques tropicales fueron ocupados por pueblos tropicales, él creía que la cultura Chavín se originó en ciertos lugares de la selva (Tello, 1942), con antecedentes de formas tempranas en el período colombiano y ecuatorianos (Reichel, 1955; Meggers, 1987), Raymond cree que los pueblos antiguos existieron en el territorio del área de Sivia, excavado en la margen izquierda de los ríos Piene y Apurímac (Raymond, 1982), bajo la jurisdicción del distrito de Santa Rosa (La Mar) se han documentado sitios arqueológicos con cerámica incisa (Córdova, 2007), sabemos por evidencia arqueológica registrada que estos asentamientos se ubicaron a lo largo del río Apurímac, (Valdez, 2020) afirma de un sitio Wari en el centro poblado de Palestina Alta, distrito de Cielo Punco, pero también se extendieron a otros valles adyacentes alejados del valle del río Apurímac, zona arqueológica Espíritu Pampa – Vilcabamba, provincia de La Convención, región Cusco (Fonseca, 2015). 38 Este trabajo documenta y describe un sitio o evento y proporciona un análisis preliminar, descripción y comparación de material arqueológico y paleontológico y hace las siguientes preguntas: Problema general  ¿Qué tipo de evidencias paleontológicas y culturales hay en el valle del distrito de Pichari?  ¿Cuál es la secuencia ocupacional prehispánica existente en el valle de Pichari? Problemas específicos  ¿Qué tipo de asentamientos Prehispánicos ocuparon en valle de Pichari?  ¿Cuáles son las características decorativas de la cerámica del Valle de Pichari?  ¿Qué características presenta la flora y fauna fósil del valle de Pichari? El objetivo de esta tesis se orienta en demostrar las evidencias paleontológicas y arqueológicas del área de estudio: 2.1. 1. OBJETIVOS Objetivo general  Registrar las evidencias paleontológicas y arqueológicas en el valle de Pichari.  Determinar las secuencias ocupacionales prehispánicas del valle de Pichari Objetivos específicos  Definir los tipos de asentamientos ubicados en el valle de Pichari.  Determinar las secuencias de las eras geológicas, asociados a la estratigrafía de los fósiles.  Describir las características decorativas de la cerámica del valle del Pichari.  Detallar las características de la flora y fauna fósil del valle de Pichari. 39 2.1. 2. HIPÓTESIS La presencia de materiales culturales a lo largo de las orillas del valle de Pichari respalda una ocupación Temprana en el período Formativo con pueblos posiblemente aglutinados y aldeas dispersas. Por sus características geomorfológicas, el valle de Pichari es un área que contiene información del tiempo geológico con evidencia paleontológica. Los patrones de asentamiento de los grupos humanos incluyen estructuras arquitectónicas circulares ubicadas en los valles de los ríos o viviendas hechas de material vegetal. El valle de Pichari tiene una larga historia geológica que se remonta a la era Paleozoica y estaría asociada con las eras geológicas en las que existieron los restos fósiles. 2.2. Marco teórico En la investigación realizada se describen varios trabajos de definición, terminología natural y cultural que precisan dilucidación y aclaración en el campo de estudio, utilizando las siguientes fuentes teóricas, que describen el campo de estudio desde una perspectiva multidisciplinaria, utilizando técnicas, con el objetivo de crear e implementar nuestro sistema metodológico que definirá inminentemente (Cerda, 1993). 2.2.1. Marco histórico Cerda (1993) define que el estudio de la historia es importante para comprender la evolución, la sociedad y su entorno. La definición de historia propuesta por Cerda muestra el proceso, crecimiento y progreso del pueblo, la sociedad y la agricultura a lo largo del tiempo. Además, es un “Conjunto de los sucesos o hechos políticos, sociales, económico, culturales, etc., de un pueblo o de una nación” (Real Academia Española, 2011). Historia de la colonización de los valles de Apurímac, Ene y Mantaro (VRAEM). Desde 1870 hasta 1980, hacendados de las provincias de La Mar y Huanta comenzaron a colonizar la entrada a la selva conocida como: qahua yunca, Vega (2001: 11), afirma “valle del río Apurímac, la margen izquierda ha sido trabajado desde el año 1850 aproximadamente, concentrándose los agricultores en las cabeceras del valle a que llamaron jahua yunca.” 40 La primera hacienda Teresita, propiedad de Eduardo Risco Escobar, surge en el distrito de Kimbiri, provincia de La Convención, región Cusco. La capital de Kimbiri se encuentra ubicada frente al distrito de Ayna, provincia de La Mar, región Ayacucho. La hacienda de Eduardo Risco probablemente comenzó alrededor de 1945, sus trabajadores fueron agricultores colonos y Asháninka. La prosperidad de barbasco (Lonchocarpus utilis) trajo un crecimiento económico importante en la década de 1949 a 1960, la segunda hacienda Luisiana de José A. Parodi (Santa Rosa) y una tercera hacienda misionera franciscanos y Choymacota - Sana Pata de Nazario Soto (Sivia) (Del Pino, 1996). Del Pino relata los movimientos violentos que se produjeron en las riberas del Apurímac en 1960 y la migración masiva de agricultores y comerciantes de la sierra a la ceja de selva, el mismo año en que se inició la colonización de la margen derecha del Apurímac y se crea los anexos de Ubiato, Omaya y Pichari, ampliar plantación de café. Omaya (anexo más antiguo) territorialmente colindó desde el río Pichari, al noreste del río Apurímac y la frontera en disputa, ahora la capital de Pichari, llena de rocas y vegetación, estableció Pichari alrededor de 1980, llamado el "centro poblado", Omaya desde entonces ha perdido su territorio. Actualmente limita al norte con el río Churitiari y al sur con el centro de población de Ubiato en el distrito de Kimbiri, que volvió a perder en 2015 ante el nuevo centro poblado de Catarata. 2.2.2. Marco sistemático Este estudio paleontológico y arqueológico se basa en la propuesta de Cerda (1993) de que los marcos teóricos son fundamentales para esquematizar, estructurar y orientar el proceso de investigación y los resultados obtenidos, y el marco teórico de Niño (2011: 50) se ofrece un marco conceptual relacionado, se organizan supuestos teóricos, proposiciones, categorías y se proporciona la justificación para el desarrollo de la investigación. Entendemos la arqueología del paisaje desde esta perspectiva y enmarcamos nuestro trabajo en ella, centrándonos en diagnosticar, a través de materiales culturales y naturales, las dimensiones espaciales de los grupos humanos (Gianotti, 2004). Según Giannotti, el método general que se desprende de la propuesta se basa fundamentalmente en el análisis formal. Se refiere al estudio de los registros arqueológicos y paleontológicos (muebles e 41 inmuebles) en diferentes regiones y niveles espaciales de los fenómenos culturales y naturales. Según Molano (1995: 3), la arqueología del paisaje se caracteriza “como objeto integrar los ordenamientos especiales que hoy vemos, los cuales tenemos a nuestro alrededor”; los asentamientos humanos en el valle de Pichari todavía existen en áreas de latitudes más bajas, tanto como altas. Además, la diversidad de climas en el valle de Apurímac ha contribuido al crecimiento de la población tropical (Murra, 1975). El paisaje de selva alta está conformado por la geomorfología y se caracteriza por valles angostos, cerros de diversas orientaciones, laderas y planicies a lo largo de los costados de los principales ríos, y el paisaje paleontológico de Pichari ha registrado restos fósiles marinos del Paleozoico, similares a los del Ordovícico, invertebrados. La mayoría de los fósiles son trilobites, braquiópodos, gasterópodos y graptolitos. Las lutitas, piritas y areniscas fósiles forman actualmente parte de los utensilios domésticos, la construcción de viviendas, los pavimentos de las calles y los recursos económicos (Aberasturi et at., 2018; Cuevas, 2008). 2.2.3. Marco referencial Según la definición de Cerda (1993), un marco de referencia es la base subyacente y coherente definido por “todas las instancias teóricas y empíricas del marco teórico”. El propósito de este estudio fue identificar y comparar asentamientos tropicales en el valle de Pichari que puedan relacionarse con otros sitios de bosques tropicales en función de las características de los objetos muebles naturales y culturales (Rivera, 2018). Por primera vez, geólogos del INGEMMET (Monge et al., 1998) realizaron trabajos paleontológicos en el área de estudio sobre las características litológicas de la fauna marina paleozoica y su contenido (definida bajo el nombre de Grupo San José). (Gómez et al., 2021) documentaron una fauna de Didymograptus murchisoni BRECK (Darriwiliano), Thysanopyge argentina KAYSER (Tremadociano Superior-Foliano) y otros fósiles marinos del Grupo San José. Actualmente, los yacimientos fósiles de la provincia de La Convención, región Cusco, son estudiados, evaluados y valorados como patrimonio paleontológico del VRAEM por diferentes administraciones, turistas e investigadores nacionales e internacionales (Gutiérrez et al., 2018). 42 Según Valdez (2007), la región amazónica de Perú y Ecuador se conoce como selva alta y selva baja en la vertiente oriental de los Andes. La investigación arqueológica en la Amazonía peruana comenzó a principios de la década de 1950 (Ravines, 2014), y los antiguos pueblos de la selva tropical (Pulgar, 1976) podrían haber habitado dos áreas de la selva peruana que antecedieron o estaban relacionadas con la cultura Chavín, existieron otras culturas más antiguas en densos bosques tropicales, valles y zonas costeras. Lathrap (2010:118) considero que el sitio de Tutishcainyo es una ocupación temprana de la selva baja (Ucayali), cultura Kotosh-Kotosh. Kotosh-Wairajirca y Kotosh Mito (Kano, 1971), Bagua y Jaén (Olivira, 2015), cuenca del río Mantaro (Matos, 1971). La exploración arqueológica del Valle de Apurímac comenzó en el período colonial cuando los agricultores y profesionales migraron a la zona de la selva desde finales de la década de 1960 hasta la década de 1980 y fueron los primeros arqueólogos en ingresar a la selva (Raymond, 2021) en 1968 y 1970 a lo largo del río Santa Rosa (distrito de Santa Rosa) y en la margen izquierda del río Piene, actualmente con el nombre adicional de la Granja Sivia (distrito de Sivia). Raymond, el primer arqueólogo en estudiar el valle de Apurímac entre 968 y 1974, afirmó que “que el Valle fue colonizado en parte por el imperio Wari”. Con base en los datos arqueológicos, se registraron muchos sitios arqueológicos con y sin palmas del género Attalea (Arecaceae) a lo largo de los principales ríos y afluentes del área de estudio (Santiago, 2018), y creemos que los cazadores-recolectores y agricultores tropicales se convirtieron en productores de cerámica burda (Rostain y De Saulieu, 2013), la fertilidad de su suelo y la diversidad de las capas ecológicas de los bosques altos de los valles de Apurímac y Ene continuaron durante mucho tiempo, así como la ocupación humana en el bosque caducifolio y perennifolio (Valdez, 2014). 2.2.4. Marco conceptual y terminológico La investigación realizada hace referencia diversas ideas conceptuales, terminológicas acerca de los objetos naturales y culturales inmuebles y muebles, que deben especificarse como “producto de un proceso de análisis y selección de los conocimientos conseguidos” (Cerda, 1993), aclarar en el área de estudio con conocimiento detallado y analizar el contexto geográfico desde una perspectiva interdisciplinar. 43 En este trabajo formulamos los conceptos, límites, categorías descriptivas, características y terminología de los recursos paleontológicos y arqueológicos: Prospección Este trabajo esboza los conceptos y técnicas de la investigación paleontológica y arqueológica, ciencias que a través de las cuales se ocupa de la estructuración del paisaje, los estudios geológicos, edafológicos y la determinación del tamaño de las áreas de investigación (Ruiz y Burillo, 1988; Benito et al., 2014). La investigación arqueológica es una actividad sistemática que ayuda a encontrar evidencia cultural, lugares donde vive la gente, rastros de la actividad humana. Chapa et al., (2003:14) definen un sitio arqueológico como “que el prospector busca documentar: yacimiento, lugar de actividad, ítem y objeto”. Cerrato (2011: 6) sugiere que la investigación arqueológica debe comprender la "planificación rigurosa" antes de ir al sitio a formular objetivos, especificar métodos, antes de iniciar cualquier tipo de investigación. Lumbreras (1974:37) afirma que “la prospección arqueológica es la búsqueda sistemática de los restos arqueológicos y el punto de partida de la investigación”, lo que entendemos como el principio inicial de la investigación para estudiar los territorios ocupados por los pueblos, también Gallardo y Cornejo (1986: 40) la ““prospección arqueológica es considerada una fase primaria de la investigación científica”, lo cual es cierto como principio de investigación, (Lumbreras, 2005: 91) la identificación es como tomar una radiografía de la zona y registrar nuevos yacimientos arqueológicos a través de ella. García explicó el trabajo cartográfico. “No puede existir ningún mapa sin escala, ya que, sin ella, un mapa pierde una información”, si bien esto es cierto para todos los mapas, es muy necesario tener una escala porque cuando vemos un mapa podemos saber el diámetro del levantamiento, es decir, cuando se observa en el campo, el mapa describe la morfología y accidentes geográficos, indicando hidrología, cañones, sitios comunitarios y evidencia arqueológica (García, 2005: 143). La investigación paleontológica es la búsqueda sistemática de fósiles directos (conchas, dientes, huesos, hojas, etc.) e indirectos (huellas, mohos, pisadas, huellas, etc.) en localidades o yacimientos fósiles (Vicente et al., 2018). El Instituto Geológico, Minero y Metalúrgico (INGEMMET) ha realizado un levantamiento para documentar, analizar, describir, interpretar y correlacionar unidades litoestratigráficas a nivel distrital, provincial y regional durante las últimas décadas; estudios paleontológicos del 44 Precámbrico, Paleozoico, Mesozoico y Cenozoico (Monge et al., 1998), registrando afloramientos, secuencias de rocas sedimentarias, ígneas y metamórficas por taxones, estratos y miembros (Gómez et al., 2021). En las Cordilleras Oriental, Central y Occidental, las rocas Precámbricas, Paleozoicas, Mesozoicas y Cenozoicas se originan a partir de animales y plantas (Dalmayrac et al., 1988), las rocas sedimentarias son marcadores de edades geológicas, se describen, registran, forman; actividades de animales y plantas extintas. La investigación paleontológica sistemática es la búsqueda de restos, huellas e impresiones de invertebrados, vertebrados y plantas fósiles. Si se buscan restos de plantas y animales extinguidos, es beneficioso observar a los agricultores y pastores en los Andes, porque conocen muy bien los nombres de cerros, valles, ríos y lagunas. Laza (1989) Estudios de eficacia en vertebrados, invertebrados y paleobotánica, propone dos categorías básicas, la primera de las cuales es "técnicas de campo", detallando los buscadores de fósiles, el segundo “registro de campo” identificación restos fósiles, descripción de yacimiento, etc. Arqueología del paisaje El paisaje es la madre naturaleza, testigo y hogar de todos los seres; ayuda a reconstruir el trasfondo ecológico antiguo, analizar y explicar el clima y la topografía de la antigüedad. Jiménez (2008) define a los paisajes culturales como áreas de patrimonio cultural y natural, así mismo, no solo los humanos están conectados con el medio ambiente, los animales también juegan un papel importante en la naturaleza, por ejemplo, los restos fósiles son signos de vida antigua, Sarmiento (2013) los “paisajes orgánicamente evolutivos” que lo divide en tres tipos básicos: fósiles (patrimonio natural), reliquias (arquitectura), etc., mientras que Endere y Prado (2009) propusieron una definición de paisaje: histórico, geológico, paisajístico, paleontológico y arqueológicos. Para Álvarez (1993: 268), entendemos por paisaje al proceso histórico, es decir, el período en el que las personas vivieron y aprendieron a utilizar los recursos naturales con fines económicos, sociales y políticos. Aunque las personas suelen realizar actividades como la ganadería y la agricultura dentro de un determinado espacio geográfico. Ruíz et al. (1998: 25) informan que “paisaje también define las relaciones de producción”, Ortega (1998: 42) plantea la “arqueología del Paisaje de Annales”, según la perspectiva de los autores, el hombre era parcelario, ganadero, cazador y recolector. 45 González (1998: 72). En cuanto a la arqueología del paisaje, da fe de la “combinación e interacción del medio ambiental, el medio social, y el medio cultural” del espacio geográfico ocupado por los humanos durante un período de tiempo. Urbina (1998: 138) en la figura 1. Interpretación del sitio arqueológico como un espacio geográfico que conserva las características históricas de la población, lleno de testimonios, relatos, costumbres, creencias de las antiguas comunidades del sitio arqueológico, conocido como paisaje (relaciones entre las personas y el medio ambiente). Patrón de asentamiento Los patrones de asentamiento son similares a otros grupos locales o regionales, la arquitectura, las edificaciones comparten características similares, la ubicación geográfica se logra a través de la observación, la búsqueda, la apropiación (Morales, 2010), aspectos de la vida cotidiana (comercio, como la caza, la pesca, la recolección de frutas), sistemas de subsistencia (agricultura, ganadería, artesanía), dinámica social (creencias, costumbres), distribución de sus productos (cerámica, herramientas de piedra), Prieto recomienda “unidades domésticas, cuya instalación y disposición con respecto a otras construcciones propias de la vida comunitaria y su ubicación en el paisaje geográfico” (Prieto, 2011: 120). Por ejemplo, existen asentamientos con edificaciones circulares, rectangulares en cimas de montañas, propiedades rurales asociadas a la vida comunitaria (Willey, 1953) hay un cierto patrón arquitectónico en la región andina (Chacama, 2005) se registran dos tipos, arquitectónicos durante el periodo Intermedio Tardío: circulares y rectangulares, construidos sobre una base de piedra de dos caras en la cima de un cerro. Los estudios en el valle del Colca de Arequipa (Moreno et al., 1993) describen patrones de asentamiento de pequeños, pueblos en el fondo del valle y las laderas circundantes en áreas tropicales: 1) asentamientos a lo largo de ríos principales, 2) asentamientos en las orillas de ríos secundarios (Ferran, 2014). El patrón de construcción con una casa de campo de clima cálido, techo de palma, paredes cercadas con palos y madera. La ordenación espacial de las edificaciones se realizó de acuerdo a la época, tamaños y múltiplos de las ciudades, las cuales construyeron con ejemplos de edificaciones de igual o similares características a diferentes alturas (Sánchez, 2011). Asimismo, sus productos se distribuían por los valles y selvas andinas, brindando beneficios económicos, territoriales, culturales y sociales. 46 Sitio El concepto de sitio (Willey y Philips, 1958) es la unidad espacial más pequeña donde la ubicación de una ciudad mediana (pueblo pequeño) puede cambiar con el tiempo a una ciudad grande (metrópoli). José Berengue cree que el sitio es fruto de la actividad humana y el resto no. El sitio es un espacio geográfico de sociedades prehispánicas con evidencia de cerámica diversa, construcciones, plazas, caminos, agricultura, costumbres, creencias, etc., y otros, sin evidencia arqueológica. Berengue (1987) argumenta que las unidades arqueológicas “son el resultado primario de la ocupación humana. El primer acto del hombre en un lugar es ocuparlo. Por eso, la nación de población humana es central en una definición de sitio arqueológico”, lo que identifica a un lugar es la actividad humana, materiales arqueológicos y el paisaje cultural. Los sitios están ubicados en valles, quebradas, laderas, cimas de cerros y la extensión de cada sitio arqueológico puede variar dependiendo de la ubicación geográfica donde fue encontrado (Chang, 1976). Yacimiento Los depósitos paleontológicos son unidades estratigráficas de rocas (cuerpos rocosos) dispuestas en una secuencia litológica con miles o millones de animales y plantas fosilizados mineralizados en formaciones geológicas (López, 2018). También se le conoce como la corteza terrestre, un vasto archivo natural cuyas rocas sedimentarias muestran la diversidad fósil de flora y fauna (Tejada, 2015). Prado (2009) expresando de yacimiento. “los paleontólogos entienden por yacimiento a aquellas formaciones geológicas en las que existen fósiles en cualquier estado y concentración”, las rocas sedimentarias que componen los yacimientos brindan información valiosa sobre su formación, dónde fueron enterrados los restos, su edad y los procesos que ocurrieron durante la fosilización (Luque, 2009). El depósito consiste en afloramientos rocosos de diferentes edades geológicas, como Paleozoico, Mesozoico y Cenozoico, con una variedad de icnofósiles, invertebrados, vertebrados, microfósiles y restos de plantas, Falcón (2012:22) describe sitios paleontológicos en el norte del Perú, “parte superior de esta quebrada se han encontrado vestigios de animal