Gestión estratégica de personas e incidencia en el desempeño laboral en la Municipalidad Provincial de Huamanga, Ayacucho, 2016

Abstract

La reforma del Estado que el gobierno está tratando de llevar a cabo es uno de los temas más urgentes en la actual coyuntura de nuestro país y, en el marco de la mencionada reforma, uno de los aspectos primordiales a tratar es la reforma en las municipalidades. Tal vez esta última constituya el proceso más amplio de la Reforma del Estado. Se han creado comisiones especiales para que analicen el tema y lleven a cabo de manera urgente la restructuración. Las quejas de los ciudadanos que motivan la necesidad de implementar mejoras aluden a su carácter disfuncional, a la pobre calidad de las decisiones, a la escasa efectividad en el cumplimiento de las mismas, a la excesiva y cansada dilación de procedimientos, a la imperiosa necesidad de independencia, a la escasa competencia de los funcionarios, a los insuficientes medios, a la corrupción generalizada, donde los valores relacionados a la búsqueda de los servicios pueden ser fácilmente contrarrestados por sumas de dinero. ¿Los servicios deben ser igual para todos? La respuesta es conocida por todos y el análisis sería motivo de numerosos estudios y reflexiones. La Municipalidad Provincial de Huamanga seriamente cuestionado por los vecinos, es visto con desconfianza por el poblador común. No es percibido como un órgano en el que los ciudadanos puedan confiar para regir sus relaciones económicas o sociales; de alguna manera debe generar confianza en los usuarios; el 70% de la población tiene la percepción que esta entidad es no apta en la ciudad de Huamanga, Ayacucho. Para ninguno es ajeno que la mayoría de los ayacuchanos no confían en el sistema de calificación en los diferentes servicios públicos y están preocupados de la gestión municipal. Ya que tiene interiorizado la impresión de que la Municipalidad Provincial de Huamanga en su conjunto es un reducto en el que subsisten ritos y prácticas anacrónicas, donde el “formalismo” tiende dramáticamente a prevalecer sobre la misión de brindar servicios de calidad. Esta devaluada percepción social se complementa, recientemente, con la afirmación de que el personal que labora en la Municipalidad es corrupta o profesionalmente mediocre (o ambas cosas), y que se encuentra resueltamente sometido al poder político de turno, así como los intereses económicos dominantes.